sábado, 13 de julio de 2013

Sigo con el reto

Intake 13/07/2012:
Desayuno: té sin azúcar +  galletas de avena
Comida: Plato pequeño de lentejas de verdura + raja de melón
Merienda: Helado de chocolate (maaaaal, mi madre ha insistido demasiado)
Cena: Sándwich de queso

Ejercicio: 60 sentadillas + 30 abdominales (día 3 de reto).

He de confesar que después del helado me he puesto en plan derrotista y he estado a punto cuatro veces, que se dice pronto, de arrasar con la despensa porque "total, ya la he cagado". Me cuesta mucho luchar contra ese pensamiento. He tenido que convencerme de que luego me arrepiento mucho y parece que lo he conseguido, aunque todavía faltan unas horas para que me vaya a dormir y puede pasar de todo.

Peso de hoy: 52.5. Emilia me decía en un comentario que pierdo rápido de peso y la verdad es que tiene razón y eso me anima. Aunque pienso que gran parte de ese peso perdido no es real, sino que es la diferencia entre tener el estómago y los intestinos a reventar de comida y no tener apenas nada. ¿Puede ser? Porque no me parece normal perder 2 kilos en cuatro días sin pasar nada de hambre. O eso o tengo un metabolismo rarísimo, que engordo en seguida pero lo adelgazo también muy rápido. Eso sí, hasta que llego a los 50-51, de ahí ya no me mueve ni dios. Que me daría igual seguir pesando 51 mientras sí que se fuera reduciendo un poco mi enorme culo/piernas. En fin...lo de siempre.

viernes, 12 de julio de 2013

Retos, intakes y peso

RETOS: En el blog de Meek y Marea he visto un reto muy interesante: el reto de 30 días de sentadillas (squats). He decidido hacerlo y, buscando información, he encontrado otro reto parecido pero con abdominales (crunches). Como no quita mucho tiempo ni uno ni otro, he juntado ambos y los voy a hacer a la vez. Os dejo una tablita con el calendario que voy a seguir. Este es mi segundo día. Me he tomado fotos para hacer un before-after como dios manda, aunque no sé si subirlo aquí cuando acabe, me da vergüencilla enseñar tanto mi cuerpo. Supongo que si veo resultados las subiré para animaros a hacerlo también. Recuerdo que al principio de mi adolescencia me dio por hacer abdominales durante una época y la verdad es que acabé marcando bastante y no me costaba mucho. Me siento positiva con este reto. =)
Debería poner 30 Day Squat and Crunch Challenge... a veces se me va la pinza escribiendo

PESO: En cuanto al peso, no me puedo quejar. Ayer pesaba 53.5 kg y hoy 53 kg, así que parece que poco a poco todo volverá a la normalidad si sigo siendo constante. Por cierto, no lo he comentado pero estoy en Shittytown porque ya ha acabado el curso, por lo que me es un poco más difícil restringir la comida como yo quisiera y evitar las tentaciones de kilos de guarradas que compran en mi casa. Me he tenido que traer la báscula para poder controlar mi peso porque en Shittytown no tengo, pero nadie lo ha visto raro, por suerte.


INTAKES: Me niego a volver a contar calorías milimétricamente como antes por diversas causas. La primera es que cuesta bastante calcular las cosas cuando mi madre hace la comida y no tengo ni idea de qué le ha puesto exactamente muchas veces y tampoco quiero llamar mucho la atención mirando y apuntándome los valores nutricionales de cada cosa que como. La segunda es que cuando calculo las calorías soy tan perfeccionista que me tiro un buen rato mirando comidas, calculando, buscando información nutricional, etc. Parecerá una tontería pero me he dado cuenta de que cuanto más pienso en comida más ganas tengo de comer y descontrolarme. Por eso, después de tirarme mi buen rato calculando calorías acabo con las tripas diciéndome "come algoooo, mira, no has ingerido tantas calorías hoy, por un poco más no pasará nada". Y sí que pasa, vaya si pasa. Un mordisco de algo y se desata la bestia, como ya sabréis algunas. Paradójicamente controlar las calorías al milímetro me hace descontrolarme más que si no lo hago.

Sin embargo, sí voy a intentar ir apuntando los intakes grosso modo para ir guiándome sobre cuánto como y ver qué hago mal o puedo mejorar. Eso no me lleva tiempo ni me incita a comer.

Intake 12/07/2012:
Desayuno: yogurt natural azucarado
Comida: Caldo de verduras + una tajada de sandía + 20 gramos de chocolate y 3 golosinas
- Merienda: Tres minibiscotes de pan con queso
Cena: Tres minibiscotes con queso + tajada de sandía

Ejercicio: 55 sentadillas + 25 abdominales (día 2 de reto)

martes, 9 de julio de 2013

Antes o después, siempre vuelvo

Aquí estoy otra vez. He sobrevivido a lo pensaba que me iba a matar de pena gracias a la capacidad innata que tengo de fingir que todo va bien. Se acercaban los exámenes y no podía permitir tirar el curso por la borda por una tonta decepción amorosa. Por suerte una vez estás metida en la vorágine que son los exámenes finales universitarios, no puedes pensar en otra cosa, y eso ayuda a despejar la mente. Aún así, he mentido, mucho, pretendiendo que era feliz y que todo iba bien aunque por dentro estaba muerta. He fingido sonrisas, risas y carcajadas y me he obligado a sentirlas de verdad. Ahora casi no tengo que forzarlas, por suerte.

Alice está saliendo con el chico ese con el que tonteaba, aunque no me lo haya confirmado de su boca. Según ella, no habla de eso porque no quiere hacerme daño pero yo veo ahí una brecha sangrante que se va abriendo cada vez más y no es por mi culpa. Finjo que no me importa que no me hable de él y finjo que todavía me importa menos él, pero ni lo uno ni lo otro es cierto. Me he acostumbrado a la situación y ahora la soporto, aunque eso no significa, ni de lejos, que la acepte.

He desaparecido por completo de este mundo porque sentía que en un momento en el que me hundía y quería salir a flote esto me podía meter más en la fosa de mierda. Hablar de mis locuras y obsesiones y leer las de las demás no me iba a hacer ningún bien. Culpaba en parte mi estado de ánimo a esto, incluso. Decidí "curarme", olvidarme de la comida para siempre, pero esto no es como un interruptor que yo pueda apagar sin más. Creía que sí, creía que lo controlaba. Ahora realmente es cuando me doy cuenta de que la comida es la que me controla a mí. Me da igual, no me quiero "curar"; no me molesta esto, es lo único que tengo que realmente me llene y me sirva de objetivo para algo. Para qué, todavía no lo sé.

Sin embargo, haber intentado convertirme en una persona normal me ha pasado factura. 54.5 kilos esta mañana. Influirá que estoy con la regla pero es mi récord de peso desde hace dos años. Ha sido lo que me ha hecho despertar. Llevo dos meses viéndome y llamándome gorda constantemente pero para mis adentros decía "no, tienes un problema, sigue por ese camino de normalidad. ¿No te sientes bien sin contar calorías? ¿Sin controlar lo que comes?". Pues bien, el camino de normalidad no me gusta ni me llena ni me hace feliz. La báscula y la gente puede decir lo que quiera, pero yo soy la que se ve delante del espejo desnuda todos los días, por desgracia, y rechazo y odio lo que veo. ¿Qué problema tenéis con eso? ¿Qué coño os importa? ¿Me impide hacer una vida normal, todo lo normal que puedo ser yo? No. Mientras no ponga en peligro mi vida no veo la gran importancia de tener manías con la comida.

En el transcurso de estos dos meses de infierno he cumplido los 24. Me he sentido vieja y al mismo tiempo he sentido que estoy en el mismo sitio que cuando tenía 18. Pero luego he empezado a pensar y, aunque esta metáfora ya esté muy manida, me siento como el ave fénix ahora mismo. De las cenizas vuelvo a nacer y aunque vuelvo a ser la de siempre tengo más experiencia para no caer en los errores pasados.

martes, 14 de mayo de 2013

Muero por dentro

No tengo nada de ganas de escribir pero quería dejar constancia de esto. Ayer, por fin, después de muchas sospechas y comidas de cabeza por mi parte, Alice me confesó que está tonteando con un chico. La veía muy pegada a su móvil las últimas dos semanas y ella era de esas personas que siempre han pasado bastante del trasto. Me molesta eso y me molesta que no me lo haya contado, aunque fuera para no hacerme daño. Da igual lo que hubiera hecho, la pobre, todo me hubiera molestado realmente. Estoy destrozadísima, es egoísta por mi parte pero siento que he muerto por dentro. Intentaré disimularlo porque últimamente intento fingir que ya no me gusta tanto. No creo que lo consiga. No tengo ganas de nada, no tengo ganas ni de disimular que me importa un pimiento y que me alegro, porque no es así. Soy una puta egoísta.

Lo único bueno es que del mal rato que estoy pasando se me ha cerrado el estómago por completo y no tengo miedo a los atracones. Así compenso el horrible finde en Shittytown, alimentariamente hablando. Fuck it! ¿A quién quiero engañar? Estoy destrozada. Fuck my fucking life.

domingo, 12 de mayo de 2013

¡Reacciona!

No quería volver a Shittytown antes de que acabaran los exámenes de junio y, sin embargo, aquí estoy. El viernes me quedé sola en el piso y me dio un ataque de ansiedad. Mi mente no podía dejar de pensar en muchas cosas que me niego a aceptar y empecé a sentir miedo. Un miedo irrefrenable, que me paralizaba y me oprimía el pecho. Un miedo real pero a nada concreto. Sólo quería huir de allí y refugiarme en un sitio seguro. Shittytown lo es durante las primeras horas hasta que me doy cuenta de que huyo de algo que no puedo escapar; huyo de mí y yo soy la única persona del mundo de la que no puedo huir. Ese fútil pensamiento para muchos crece dentro de mí y me asusta. Soy la última persona del mundo con la que no quiero quedarme a solas ahora mismo y la única que no puedo evitar. 

Soy una contradicción con patas y corazón bombeante. Tanto necesito huir de la gente como de la peste y refugiarme en mi soledad como huir de mí misma refugiándome en alguien concreto que no me haga sentir sola. Depende del momento. Y ahora no quiero estar sola. Sin embargo, desobedeciendo el consejo de Alice de quedarme en Shittytown hasta el lunes ahora que no tengo clase ese día, volveré esta tarde a Wonderland. El tema de la comida aquí me agobia más que otra cosa. Hago muchos esfuerzos para no gritar a mi pobre madre, que no tiene culpa de nada. Como tantísimo aquí que me paso el día con dolor de barriga. Ya no me importa que si el peso o que si voy a engordar, es que enfermo físicamente con la comida en Shittytown.

Me digo a mí misma que puedo poner fin a todo esto cuando quiera; Alice me dice que necesito ayuda y dejarme ayudar. A veces me parece que Alice es una extensión de mi conciencia que me cuenta las verdades que yo no quiero reconocer. Ayer me dijo una de las peores cosas que me podría haber dicho nadie, me dijo "me da rabia ver cómo dejas que tu vida pase". Me sentó como una patada en la boca del estómago, noté hasta cómo se me paraba el corazón durante unos segundos. ¿Tú también piensas que mi vida no vale la pena tal y como está ahora? ¿La estoy desperdiciando? Lo peor de todo es que si me sentó tan mal (no de enfadarme, sino que me hizo polvo escucharlo) es porque tiene razón. Sus bofetadas dialécticas me hacen despertar de mi mundo irreal pero no llego a reaccionar, no sé ni por dónde empezar. No tengo nada a lo que agarrarme, sólo a mi TCA y a mis escritos y ninguno de los dos son buenos.

A veces me imagino a mí misma huyendo con todo el dinero que tengo ahorrado y desapareciendo. Inventándome un nuevo nombre y una nueva identidad y un pasado. Sería otra persona y no tendría que tener miedo de mí porque yo ya no sería yo. Sería María, o Laura, o Ana, o Nuria, o Silvia, o la nueva persona que yo inventara. Es tan solo una fantasía, por supuesto.

Vale, ¿y ahora qué hago? Alice me dijo ayer que necesito reaccionar y que escribir alivia pero no lo soluciona todo. Tiene toda la razón. Llevo escribiendo desde que me alcanza la memoria, creando en vano la sensación de que los malos sentimientos se quedan en las palabras que voy tecleando y que salgo renovada de esta catarsis. Mentira. Escribir me puede servir para muchas cosas pero no me soluciona nada. HE-DE-REACCIONAR. Pero, ¿cómo? ¿Salgo a dar una vuelta? ¿Para qué, si voy a estar sola, con mis pensamientos negativos que quiero evitar? ¿Veo una peli? Llevo 4 vistas este fin de semana y me ponía a llorar cada vez que veía una escena de amor o cualquier frase que remotamente me recuerde a algo (y no lloro nunca viendo películas). Quiero algo más a largo plazo, algo que me cambie el chip de verdad y que no ocupe sólo unas horas de mi vida. Estoy decidida. Sea lo que sea. No voy a decir que no, ni a pensar que no encajo en eso, ni que no conoceré a nadie, ni que me van a mirar raro, ni que eso no sirve para nada. Todos los pensamientos que me frenan los voy a prohibir. Tengo la voluntad ahora mismo, me falta la idea. ¿Por dónde empiezo?



martes, 7 de mayo de 2013

Tocándome la barriga

Pero no metafóricamente, sino literalmente. Creo que mi barriga es una de las pocas cosas que no me obsesionan ni odio de mi cuerpo. Tampoco es que me llegue a gustar, siempre se puede mejorar y bajar un poquito más la grasa de la barriga, pero no es una parte de mi anatomía que no enseño por nada del mundo... al contrario que prácticamente el resto de mi cuerpo. Desde mis horribles brazos con cicatrices hasta mis muslos o pantorrillas pasando por mi cara. Nada me gusta y todo me acompleja. Todavía no he empezado a ponerme manga corta, por cierto, y me entra ansiedad cada vez que me imagino que se acerca el inevitable día en el que tendré que enseñar los brazos otra vez y exponerme a preguntas incómodas o miradas curiosas u horrorizadas. 

El caso es que yo venía aquí a hablar de mi barriga. Siempre que estoy sentada en el sofá sin hacer nada estoy tocándome la barriga. Me meto la mano por debajo de la camiseta o me la levanto un poco y me la toco. No me fijé en que era un hábito hasta hace poco, que me lo comentó mi padre. Creo que eso debe estar relacionado con lo de que no tengo complejo ahí. No estoy pendiente las 24 horas del día de que no se me vea ningún centímetro de mi barriga y me agrada esa parte de mi cuerpo, así que la toco sin darme cuenta; es mi zona segura. Eso no pasaría, por ejemplo, con los brazos. De ninguna manera me remangaría sin pensarlo, espontáneamente, la camiseta y me los tocaría mientras veo tonterías en la tele. No puedo desconectar de ellos. Sea cual sea el momento me doy cuenta de cuándo se me ha subido un milímetro la manga y me la vuelvo a poner en su sitio. Lo mismo pasa con mis piernas y mi culo o mis pechos. No soy natural con ellos, me paso el día tapándomelos.

Y en cambio con mi barriga sí. No me doy cuenta de si la camiseta se me sube un poco y se me ve el ombligo porque mi cerebro no lo ve como un "enemigo". En cambio, me paso la vida subiéndome las camisetas escotadas para esconder mi nulo escote. 

Que esa es otra, no he hablado de ello por aquí pero otro de mis grandes complejos es mi falta de "pechonalidad". Soy prácticamente plana y eso me ha acomplejado siempre un montón. A veces pienso que mi obsesión por tener un cuerpo muy delgado es para que éste sea proporcionado con mi nulo pecho; ya que no puedo aumentar el tamaño de mis pechos (de manera natural, nunca me pondría silicona), disminuyo el  del resto de mi cuerpo. Quedaría ridículo una gorda sin tetas... porque encima no me crecen las tetas si engordo, va todo al culo, como las mujeres hotentote. El único cuerpo que le "queda bien" a mis tetas es un cuerpo esquelético.

Joder, es un pensamiento que siempre había tenido pero exteriorizarlo de esta manera hace que parezca ridículo. Ignoradlo, soy un poco subnor a veces con mis reflexiones.

Por otro lado, 49.7 hoy en la báscula. La primera vez que veo un 4 desde  diciembre. Supongo que me tengo que alegrar, pero no me veo más delgada, así que es una alegría a medias. Estoy en ese estado de euforia y energía y mareos y debilidad al mismo tiempo, cosa que me encanta aunque suene raro. Lo malo es mi estado de ánimo cambiante, que paso de las ganas de comerme el mundo a las ganas de llorar en cuestión de minutos.

domingo, 5 de mayo de 2013

No entiendo a mi cuerpo + manualidades + lectura


Después del atracón monumental de ayer, que, aunque vomité en parte, nunca te deshaces de toda la comida, hoy me he pesado para ver cuánto la había cagado y... ¡tachán! 50,2 kg. What? ¿Qué ha ocurrido? Me he pesando 10 veces seguidas de la incredulidad. Pues sí, parece que sí peso 50,2 kg. No lo entiendo. Apenas me he movido en toda la semana porque he estado estudiando como loca y he estado comiendo normal.


Alice se fue el martes por la tarde porque ha hecho puente y desde entonces no la he visto. El día anterior me preguntó si me agobiaba con lo de cocinarme y planearme las comidas y yo le dije que no, que me hacía un gran favor con eso. Creo que está un poco rallada (¿rallada? ¿rayada? Nunca sé cómo escribir la palabra) porque me ve más taciturna de lo normal. Al día siguiente, antes de irse, la vi meterse en la cocina y cuando me di cuenta me estaba preparando las comidas y las cenas de toda la semana, desde el martes hasta el domingo. Me sigue pareciendo increíble que se implique tanto en ayudarme y que parezca no importarle. Yo ya no sé cómo agradecérselo, la verdad, cualquier cosa que le diga se queda pequeña.


Los dos últimos atracones que tuve no fueron por hambre, sino por ansiedad pura y dura e intentar llenar mi "vacío" de alguna manera. La verdad es que el hambre me ha desaparecido casi por completo. Me di cuenta  de que cuando me ciego a hacer algo (por ejemplo, ahora estudiar y hacer trabajos universitarios, que apenas paro) me olvido por completo de la comida y de otros pensamientos negativos. Es mi vía de escape ahora mismo. Me cuesta mucho ponerme a hacer cosas, pero cuando lo hago no paro y eso me ayuda mucho a estar más en paz conmigo misma.


Por otra parte, como este fin de semana lo he pasado sola, he tenido mucho tiempo libre. Decidí comprar aguja de crochet y lana (las que tengo están en Shittytown) y hacer algo creativo. Me inventé el colgante esté que veis en la imagen. Se lo regalaré a Alice para que lo cuelgue en el retrovisor de su coche o donde quiera, aunque no estoy segura de si le gustará, creo que es un poco cutre. Me encanta hacer muñecos y cosas de crochet y regalarlas a la gente. Lo normal es que sean cosas personalizadas: pienso en una persona y hago lo que me inspire. Por eso, si es para mí misma o para nadie en concreto no me salen cosas y no me motiva. Lo malo es que no tengo casi amigos, así que no tengo a mucha gente para inspirarme y regalarles mis chorradas.



Y ya, por último, he empezado a leerme un libro llamado "¿Quién decide lo que comemos?", de Felicity Lawrence. Os dejo la sinópsis:
¿Cómo el negocio de la alimentación perjudica la salud, la economía y el medio ambiente?  ¿A qué se debe que la mayoría de alimentos procesados estén elaborados a partir de los mismos ingredientes? ¿Y que esos pocos ingredientes sean fabricados por un puñado de multinacionales? ¿Cómo han llegado los cereales a convertirse en el desayuno principal de millones de niños en el mundo si se les acusa de ser menos nutritivos que el paquete que los contiene? ¿Y por qué hoy día el 60 por ciento de los alimentos procesados contiene soja? ¿O no se nos advierte de que el azúcar puede perjudicar tanto la salud como el tabaco? Felicity Lawrence, periodista especializada en temas de alimentación, realiza un sobrecogedor recorrido por los secretos de las grandes corporaciones agroalimentarias para revelar cómo esas multinacionales manipulan nuestros hábitos alimenticios y nuestras ideas. Una lectura fundamental para hacer frente a la amenaza que supone la actual industria de la alimentación para la salud y la de todo el planeta.

El libro es increíble y muy recomendable, me estoy quedando en shock. Por lo pronto sólo he leído el primer capítulo, el de los cereales del desayuno, y he decidido no volver a comprarlo nunca más. Sólo se salva el muesli, y si no le añaden azúcar a mansalva. Ya colgaré algún recorte que he hecho (lo leo en el ebook), porque es impresionante.

EDITO: no tengo nada de hambre y no iba a cenar, pero he visto que hoy sólo he ingerido 260 kcal. Sigo sin entender a mi cuerpo, ¿por qué a veces me cuesta tanto comer y otras me comería hasta el papel de las magdalenas? Tendré que comer algo, se supone que estoy intentando comer más sanamente, y no sé el qué. Mi mente enfermiza sólo puede pensar en comer una zanahoria, o un tomate, beberme un té. ¡¡Necesito comer algo con sustancia!! Tengo que obligarme. Estoy pensando en hacerme un poco de salvado de avena con canela, té y miel, por ejemplo. Sé que son hidratos pero siendo vegetariana poca proteína puedo tomar que sea consistente. Odio tener que pensar en la comida, es más fácil cuando está Alice, que me como lo que me pone sin rechistar porque ella sabe lo que se hace. Si tengo que pensarlo yo me obsesiono y secretamente empiezo a contar calorías.

sábado, 4 de mayo de 2013

Siempre igual

Sólo 3 días después de jurarme que ese sería mi último atracón, he vuelto a caer. No me lo puedo creer. El post anterior no me sirvió de nada porque he seguido cometiendo los mismos errores. Me dan ganas de imprimírmelo y colgármelo en mi habitación en un lugar visible para tenerlo siempre presente. Soy tonta, joder.

Lo peor de todo es que no ha sido por hambre irrefrenable por restringir mucho la comida, como otras veces, sino que ha sido por una especie de autocastigo y vencer la ansiedad y la tristeza. Ni siquiera me ha ocurrido nada concreto, estoy sola en Wonderland y llevo todo el día estudiando y haciendo cosas de la universidad. Y de repente me he puesto a pensar en cosas que me han generado mucha ansiedad. En lugar de intentar calmarme me he metido en un bucle de negatividad y rabia y para cuando me he dado cuenta estaba atacando la despensa. Es que, joder, es absurdo, no tenía ni hambre y me he puesto hasta arriba de mermelada a cucharadas, tostadas con miel, cereales y queso, todo mezclado con leche (menos el queso, claro). He acabado vomitándolo todo.

Además, sé que mañana mi mente va a querer ayunar para compensar lo de hoy. Lo voy a evitar de todas las maneras posibles, estoy intentando salir de esta mierda de comportamientos viciosos e intentar comer sano y ayunar durante un día no es el buen camino. Claro, que atracarse y vomitarlo tampoco.

Ahora sí que sí, tras mi pequeño tropezón, hoy 4 de mayo es el último atracón de mi vida.

Pesaba 50,7 hoy, veremos mañana.

domingo, 28 de abril de 2013

Reflexiones sobre atracones

He estado reflexionando, como siempre, y he llegado a ciertas conclusiones. Y, como siempre, creeré que hoy será un punto de inflexión en mi vida y que de ahora en adelante empezaré a hacer las cosas bien. Pero, como siempre, es posible que no haga caso de lo que diga aquí. 
  • No, eso de "yo controlo" no es verdad. Si no quiero despertar al monstruo de las galletas no puedo comerme ni una mísera galleta, onza de chocolate o golosina. De lo contrario, no podré parar.
  • Quizá el ansia tan desesperada que tengo de chocolate y otras guarrerías se deba a que me restrinjo mucho y las ganas se van acumulando. Debería poder permitirme un poquito de dulce al día. Pero esto entra en contradicción con el punto anterior. 
  • Puedo aguantar sin atracarme durante todo el día, pero las noches se convierten en mi punto débil. He de ser más fuerte y no sucumbir. De nada matarse de ansiedad evitando guarrear durante todo el día si la cago por la noche.
  • Debo dejar de guardar guarrerías en mi habitación. La mejor manera de no caer en la tentación es no tenerla cerca. Si sé que tengo chocolatinas bajo mi cama, mi cabeza no para de pensar "cómetelas, cómetelas, cómetelas, cómetelas... por una vez no pasa nada; esta será la última vez".
  • Es una tontería condicionar un atracón según como se dé una circunstancia de mi vida. Sólo son excusas para no sentirme mal si me atracó. Hablo de pensamientos como "si no pasa X, que es lo que quiero que pase, tengo barra libre", "si me enfado con Y me puedo atracar, por tonto/a, que no me hubiera enfadado", "si Z me sale mal, me compro dos tabletas de Milka y me las como, así intentaré hacerlo bien". ¡No tiene ningún sentido! Llevo tanto tiempo tratando mi vida así que me parece normal, pero es una tontería. Qué culpa tendrá una persona o una situación para que yo decida una cosa u otra, eso sólo depende de mí. He pasado el fin de semana atracándome para compensar malas situaciones pero ésta es la última vez. Le he dado a Alice mis chocolatinas de reserva y le he dicho que las esconda, porque estoy de un humor que sé que cuando me meta a mi habitación por la noche empezaré a comérmelas como una gilipollas en la oscuridad sólo para compensar ese malestar que tengo. "Si el día mejora, no me atraco...". ¡Pues no! Te vas a quedar como estás, mejore el día o no.
  • Seguramente las pastillas esas que tengo guardadas por ahí que se supone que te controlan el apetito por los dulces y el hambre no sean más que una estafa pero voy a empezar a tomarlas. A lo mejor me sirven como placebo. Necesito controlarme ahora mismo porque me entra mucha ansiedad por la tarde-noche de devorar cualquier guarrería. Si no funcionan, pues no las voy a tirar, ya que las tengo, como mucho no harán nada pero son inocuas.

  • El punto anterior no significa que mágicamente se me pasará toda la ansiedad si las pastillas tienen base científica y funcionan (como estudiante de biología, me gusta saber los mecanismos por lo que algo así funciona o no y no veo que expliquen por ningún lado cómo regula exactamente el apetito, así que soy excéptica) . He de poner de mi parte.
  • No he de premiarme con un "día de comida libre" (aka atracón, porque sé que será un atracón) cuando llegue a un peso deseado. Sé de sobra que un día de flaqueza conlleva que al día siguiente quiera como mínimo la misma cantidad de guarradas y pienso "por otro día no pasa nada". Y así hasta el infinito. Como mucho debería premiarme con algo que quiera pero que no tenga que ver con la comida.
  • No es lo mismo 5 que 50. Quítatelo de la cabeza. Cuando me sobrepaso de las calorías que mentalmente me parecen adecuadas, me pongo en plan derrotista y me digo "si ya me he pasado, ¿qué más da un poco más de mierda en mi cuerpo?". Por mucho que me haya pasado, las calorías aportadas son algo que se va sumando. No es negro o blanco, no es "calorías bien, calorías mal". Dentro del mal hay un rango infinito y cuanto menos lo aumente mejor.
Con que sólo un tercio de lo que pongo aquí cale en mí y haga un poco de caso, las cosas me irán mejor.

sábado, 20 de abril de 2013

Sola en casa

Este fin de semana me he quedado en Wonderland* (aka Unitown) sola. Es una gran liberación, solo yo y mis pensamientos, aunque al mismo tiempo me siento especialmente vulnerable cuando me quedo sola.   Soy una contradicción en potencia lo sé. Por lo pronto me he decidido a ponerme a escribir hasta que cierren los supermercados y se me pase la tentación de bajar a comprar para un atracón que probablemente querría vomitar después.

Esta semana he dejado de dormir con Alice y he vuelto a mi habitación. Al principio me costó un poco porque estaba acostumbrada a dormir con ella y notaba que me faltaba algo y que esa no era ya mi habitación, pero me voy acostumbrando. Ahora miro el lado bueno, y es que puedo llorar tranquilamente por la noche cuando me da por ahí. Sí, es muy triste que eso sea lo bueno. Estoy cansada últimamente, taciturna, tengo constantemente pesadillas por la noche y problemas digestivos. No quiero dar detalles escatológicos por si sois sensibles pero desde hace más de un mes creo que tengo problemas para hacer la digestión. Fui al médico a hacerme un análisis y el lunes me dan los resultados. Yo tengo el presentimiento de que algo saldrá mal...

He estado comiendo bastante bien esta semana, nada de atracones ni de sentirme especialmente mal por comer. Sin embargo, el jueves para cenar Alice y yo nos pedimos un kebab con patatas para compartir y cuando acabé me encontré muy angustiada sin razón alguna, tanto que fui al baño a ver si conseguía sacarlo y se me pasaba (de manera natural, no quiero provocarme el vómito y menos delante de mis compañeras). No conseguí nada y me sentía tan mal física y psicológicamente que me fui a acostar muy pronto. Cuando les di las buenas noches a Alice y a Peach (otra de mis compañeras), que estaban en el salón viendo la tele, vi en Alice un gesto raro. No sabría decirlo, quizá era enfado, quizá extrañeza, quizá sólo mi imaginación... Así que ya en mi habitación  empecé a darle vueltas a la cabeza y decidí escribirle por Line. La conversación que tuvimos fue bastante reveladora. (No pienso corregir las faltas de ortografía; escribir por el móvil es lo que tiene).

2013/04/18(jueves)
Yo: sorry por irme tan de repente, me han entrado unas ganas de potar increíbles y no quería contarselo a Peach
Alice: no hay problma
[...]
Yo: no me apetece hablar de eso con ella porque ya me ha hecho algún comentario y no quiero que se piense nada raro
Alice: se nota q le das muxa importancia a las calorias
Alice: y n es tonta...
Yo: supongo q no
Alice: eres tu la q haces q esas cosas sean raras xq sabes q n es normal y haces q la gente lo acabe viend como tu
Yo: por eso no me quiero darle más pistas... aunque no lo sea esto, pero no me gustaría que se quedará con la mosca detrás de la oreja
Alice: supong q ya la tiene
Alice: pr desd el principio
Yo: yo hago que se vea raro? el q?
Alice: se nota mucho alba...
Alice: lo de las comidas y las angustias
Alice: yo si teng angustia lo digo normal xq cm se q n me provoco el vomito pues n pienso q piensen eso de mi...pr sin embarg tu sabes q tus pensamients n son del todo sanos y haces q el resto piense sobre eso
Alice: pero se nota q tu relacion cn la comida n es una relacion normal...ya sabes a lo q me refiero
Alice: yo se q disfrutas d las comidas pr cuand acabas te atormentas...
Alice: aunque intentes engañat a ti misma
Alice: sinceramente...creo q lo q te pasa tiene muxo de psicoligico
Alice: n dejas a tu sistema digestivo trabajar tranquili
Yo: no siempre me atormento ... estos días más porque me sienten un poco mal, me arrepiento de comer pero porq me da angustia... pero por eso
Yo: tú crees?
Alice: n te das cuenta?
Alice: siempre stas:uff eso es un monton!!,es q *nombre censurado* me ha hecho comer (nota: la chica del nombre censurado es una amiga a la que le gusta mucho comprarme tostadas para almorzar o cosas de chocolate para compartir con ella),es q me tengo q quitar el chocolate,los alimentos ligt n engordan...
Alice: no hay ni una sola comida en la q no hagas al menos un comentario de ese tipo,y si no lo haces teng claro q lo piensas,se te nota...
Alice: asi cualquiera trabaja agust
Alice: soy yo tu estomag o intestino y te mando a la porra
Yo: sinceramente, no me había dado cuenta de eso
Alice: pues si hija
Alice: se te sale solo
Alice: del alma
Yo: en serio siempre hago esos comentarios? porque yo creo q hablo poco de eso
Alice: me da igual q lo digas xq se q lo pensarias igual
Alice: continuament hablas d tu culpabilidad hacia lo q has comido y te intentas autoconvencer d q lo has disfrutad muxo y n te arrepientes
Yo: es interesante
Alice: pero ami no me convences...lo consigues contigo misma?
Alice: interesant el q?
Yo: interesante your point of view
Yo: chiquilla tú eres una psicóloga en potencia
Alice: hahah q pava
Yo: porque no me había dado cuenta de esas cosas o no quería
Alice: pues yo creo q sts muy claro,sera q te cuesta vert a ti misma
Yo: yo puedo intentar convencerme o no, pero sí no lo consigo no es mi culpa
Alice: n creo q sea cuestion d convencerte,creo q va mucho mas alla
Yo: esq sinceramente verse los defectos de una misma es difícil y duro, por eso a veces nos ponemos la venda
Alice: supong q tendrias q llegar al origen de tu relacion cn la comida para intentar solucionar el malestar q te provoca
Alice: por eso me parecia q los ejercicios.de la psiciloga eran muy interesantes y utiles
Alice: xq sty segura.d q hubieras descubiert muxo de ti y te hubieras dado cuenta d lo q se ve realment desd fuera
Yo: sí, puede ser. siempre puedo hacerlo oorq mi cuenta
Alice: xq aunque te diga lo q yo veo,tu n llegas a verlo
[...]

Hasta ahora pensaba que mis problemas intestinales podían deberse a que me he vuelto intolerante a algún alimento, pero no tiene sentido porque no siempre como lo mismo pero siempre estoy igual. Sin embargo, ¿y si Alice tiene razón? ¿Y si la culpabilidad que tengo al comer me hace tener estos síntomas? Disfruto mucho las comidas que me hace, es cierto, y no tengo casi culpabilidad. Pero ahora me pregunto: ¿no tengo casi culpabilidad o intento convencerme de que no la tengo? Esperaré a las pruebas del análisis antes de ahondar en esa teoría.

Por último, al día siguiente, al saber que me quedaba sola en Wonderland, Alice me preparó esto:


















¿No os parece la chica más adorable del mundo? No tiene ninguna obligación de hacer estas cosas y ahí está, al pie del cañón para evitar que yo haga cosas malas. Porque ella y yo sabemos que si no hubiera preparado nada, no comería apenas nada este finde (o comería, pero guarrerías de atracón). Pero con ese esfuerzo que hace me sentiría como una mierda si lo ignorara o tirara la comida. Os parecerá una tontería pero al ver esto, después de echarme a reír por lo graciosa que era la nota y la situación, tuve que buscar intimidad para llorar. Es un gesto que significa muchísimo para mí; yo no creo que imagina lo hondo que me llegan esas cosas. Le agradeceré esos pequeños detalles y esos grandes esfuerzos que hace durante toda mi vida.

Y el día ha acabado y he evitado un atracón. Hoy dormiré bien.

*He decidido rebautizar el lugar donde vivo en mi piso de estudiantes como Wonderland porque me parece mucho más evocador y bonito y también porque está más ligado al "apodo" de Alice (que, por supuesto no se llama así en la vida real. No, tampoco se llama Alicia).