domingo, 5 de mayo de 2013

No entiendo a mi cuerpo + manualidades + lectura


Después del atracón monumental de ayer, que, aunque vomité en parte, nunca te deshaces de toda la comida, hoy me he pesado para ver cuánto la había cagado y... ¡tachán! 50,2 kg. What? ¿Qué ha ocurrido? Me he pesando 10 veces seguidas de la incredulidad. Pues sí, parece que sí peso 50,2 kg. No lo entiendo. Apenas me he movido en toda la semana porque he estado estudiando como loca y he estado comiendo normal.


Alice se fue el martes por la tarde porque ha hecho puente y desde entonces no la he visto. El día anterior me preguntó si me agobiaba con lo de cocinarme y planearme las comidas y yo le dije que no, que me hacía un gran favor con eso. Creo que está un poco rallada (¿rallada? ¿rayada? Nunca sé cómo escribir la palabra) porque me ve más taciturna de lo normal. Al día siguiente, antes de irse, la vi meterse en la cocina y cuando me di cuenta me estaba preparando las comidas y las cenas de toda la semana, desde el martes hasta el domingo. Me sigue pareciendo increíble que se implique tanto en ayudarme y que parezca no importarle. Yo ya no sé cómo agradecérselo, la verdad, cualquier cosa que le diga se queda pequeña.


Los dos últimos atracones que tuve no fueron por hambre, sino por ansiedad pura y dura e intentar llenar mi "vacío" de alguna manera. La verdad es que el hambre me ha desaparecido casi por completo. Me di cuenta  de que cuando me ciego a hacer algo (por ejemplo, ahora estudiar y hacer trabajos universitarios, que apenas paro) me olvido por completo de la comida y de otros pensamientos negativos. Es mi vía de escape ahora mismo. Me cuesta mucho ponerme a hacer cosas, pero cuando lo hago no paro y eso me ayuda mucho a estar más en paz conmigo misma.


Por otra parte, como este fin de semana lo he pasado sola, he tenido mucho tiempo libre. Decidí comprar aguja de crochet y lana (las que tengo están en Shittytown) y hacer algo creativo. Me inventé el colgante esté que veis en la imagen. Se lo regalaré a Alice para que lo cuelgue en el retrovisor de su coche o donde quiera, aunque no estoy segura de si le gustará, creo que es un poco cutre. Me encanta hacer muñecos y cosas de crochet y regalarlas a la gente. Lo normal es que sean cosas personalizadas: pienso en una persona y hago lo que me inspire. Por eso, si es para mí misma o para nadie en concreto no me salen cosas y no me motiva. Lo malo es que no tengo casi amigos, así que no tengo a mucha gente para inspirarme y regalarles mis chorradas.



Y ya, por último, he empezado a leerme un libro llamado "¿Quién decide lo que comemos?", de Felicity Lawrence. Os dejo la sinópsis:
¿Cómo el negocio de la alimentación perjudica la salud, la economía y el medio ambiente?  ¿A qué se debe que la mayoría de alimentos procesados estén elaborados a partir de los mismos ingredientes? ¿Y que esos pocos ingredientes sean fabricados por un puñado de multinacionales? ¿Cómo han llegado los cereales a convertirse en el desayuno principal de millones de niños en el mundo si se les acusa de ser menos nutritivos que el paquete que los contiene? ¿Y por qué hoy día el 60 por ciento de los alimentos procesados contiene soja? ¿O no se nos advierte de que el azúcar puede perjudicar tanto la salud como el tabaco? Felicity Lawrence, periodista especializada en temas de alimentación, realiza un sobrecogedor recorrido por los secretos de las grandes corporaciones agroalimentarias para revelar cómo esas multinacionales manipulan nuestros hábitos alimenticios y nuestras ideas. Una lectura fundamental para hacer frente a la amenaza que supone la actual industria de la alimentación para la salud y la de todo el planeta.

El libro es increíble y muy recomendable, me estoy quedando en shock. Por lo pronto sólo he leído el primer capítulo, el de los cereales del desayuno, y he decidido no volver a comprarlo nunca más. Sólo se salva el muesli, y si no le añaden azúcar a mansalva. Ya colgaré algún recorte que he hecho (lo leo en el ebook), porque es impresionante.

EDITO: no tengo nada de hambre y no iba a cenar, pero he visto que hoy sólo he ingerido 260 kcal. Sigo sin entender a mi cuerpo, ¿por qué a veces me cuesta tanto comer y otras me comería hasta el papel de las magdalenas? Tendré que comer algo, se supone que estoy intentando comer más sanamente, y no sé el qué. Mi mente enfermiza sólo puede pensar en comer una zanahoria, o un tomate, beberme un té. ¡¡Necesito comer algo con sustancia!! Tengo que obligarme. Estoy pensando en hacerme un poco de salvado de avena con canela, té y miel, por ejemplo. Sé que son hidratos pero siendo vegetariana poca proteína puedo tomar que sea consistente. Odio tener que pensar en la comida, es más fácil cuando está Alice, que me como lo que me pone sin rechistar porque ella sabe lo que se hace. Si tengo que pensarlo yo me obsesiono y secretamente empiezo a contar calorías.

1 comentario:

  1. Creo que es rayada.
    Me alegro que estes bajando, los atracones de vez en cuando ayudan a que el cuerpo se acelere. Per bueno, cuando le da, que de normal engorda y punto.
    Me encantan las cosas que haces de crochet, los muñequitos que subiste hace un par de semanas estaban estupendos, y el colgante ese está muy chulo, parece un atrapa-sueños :)
    Yo creo que te pasa eso de no comer casi y luego comértelo todo precisamente por la restricción...Cuando yo tenía la costumbre de ayunar era super fácil, o tenía ni hambre, pero luego la béstia se despertaba :S
    Un besote!

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