lunes, 31 de diciembre de 2012

Esta noche va a ser apoteósica

Apoteósica en cuanto a comida se refiere. No voy a salir ni a hacer nada especial, para mí es un día cualquiera aunque mi madre esté preparando una cena rica. Pero voy a comer como si no hubiera mañana, sin arrepentimientos ni lloros después. Esta noche será mi última gran noche de comilonas y después todo volverá a la normalidad. A mí normalidad. Es decir, volveré a restringirme con la comida. Quizá mi meta de 47 kilos sea algo poco realista, pero mis 49-50 no me los quitará nadie. Que no es enfermizo, joder, que sigo estando gorda con ese peso y estoy diciendo que me conformo, ¿no estáis contentos con eso? Cuando llegue a ese peso... cuando llegue, ya veremos...


Ah, feliz año nuevo y all that stuff. Espero que este año que entra sea mejor que el que se va

sábado, 29 de diciembre de 2012

Alice y mi vuelta a comer

Alice* es mi compañera de piso. También es mi mejor amiga, por lo menos para mí. Sé que yo soy importante para ella pero no sé si llego a ser su BFF. El último día que escribí aquí, su pareja la dejó y ella se quedó destrozada. Tuvimos diversas charlas en las que yo intentaba animarla y no sé cómo, acabé contándole lo único que le faltaba saber de mí: mis problemas con la comida (incluso sabía lo de la autolesión antes que esto). Alice ya lo sabía, me dijo, se nota, vive conmigo. "Tienes que dejar esas tonterías", me insistió también. Y como sus charlas siempre están llenas de verdad y me hacen creerme que puedo con todo, decidí empezar a comer normal. Además, Alice estaba muy mal de ánimos, y en esos momentos, cuando está así, deja de comer; tenía que ser fuerte por ella y dar ejemplo. Tragaría con toda mi mierda para sacarla a ella de allí.

Empecé comiendo bien, pero como yo no voy de un extremo a otro con mucha facilidad, me desmadré. Ahora no puedo parar de comer. Por la noche como tanto que a veces, al agacharme, se me sale la comida del estómago; eso siempre me indica que he traspasado el límite. No tengo un puto término medio. He visto como mis piernas han vuelto a engordar, como los pantalones dejan de quedarme grandes. Alice está contenta con ello pero yo no. Y estoy en la encrucijada en la que no sé qué hacer, si traicionarla a ella o traicionar a mi cuerpo.

He decidido hacer mis dos días de casi ayuno para limpiarme por dentro y luego, ya veremos. Ya veremos.

*Alice es un nombre ficticio. He probado con las siglas (ella iba a ser M. en un principio) pero es un rollo, así que me inventaré nombres de la gente de la que hable por aquí y que tengan algún significado para mí, para asociarlos más fácilmente.

viernes, 28 de diciembre de 2012

Desastre y vuelta a empezar

Desde mi última entrada, hace casi un mes, mucho ha cambiado todo. Por razones que no vienen al caso ahora, aunque seguramente acabaré contando por aquí más adelante, he pasado de no ingerir apenas comida a ponerme como una cerda prácticamente todos los días. 

La última vez que me pesé, el 3 de noviembre, pesaba 49,1 kg. Ahora no quiero saberlo. Tampoco puedo, porque en Shittytown, donde paso las Navidades, no tengo báscula. Casi mejor. Calculo que habré vuelto a los 53 y, si me apuras, a los 54 largos. No quiero saberlo. No, necesito saberlo. Pero no quiero, me deprimiría. Tengo que saberlo. ¡No!

Ahora mismo acabo de darme un atracón de los grandes, de esos que me hacen sentir mal física y mentalmente. Noto como todo el exceso de comida se está almacenando poco a poco en forma de ácidos grasos en mis adipocitos, noto como engordo cada segundo que pasa. No soy de vomitar, pero este es uno de esos momentos en los que lo haría. No puedo, porque no estoy sola en casa y me escucharían. También tengo ahora una razón más importante (y es una de las cosas que han cambiado desde la última vez que escribí): le prometí a M. que no vomitaría más. Y para mí ella es sagrada. Si vomito porque me sienta mal, sin meterme los dedos ni forzarlo, bienvenido sea, pero no voy a intentarlo por mucho que sea lo único que piense ahora mismo.

Mañana y pasado no voy a comer nada para compensar, como mucho me permitiré comer piña. Como mi madre no lo permitiría, fingiré ponerme enferma. Es patético, pero NECESITO compensarlo, me he pasado mucho, muchísimo. Me encuentro muy mal físicamente ahora mismo así que tampoco hará falta fingir nada. M., ¿te estoy traicionando si hago esto? ¿Por qué lo noto como si fuera así? Ojalá estuvieras aquí ahora, tú sabrías qué decirme y hacerme sentir bien; aun mostrándome todo lo que hago mal lo consigues.

Parecía tan fácil cuando tenía el estómago casi vacío durante días enteros. No tengo término medio, me he de matar de hambre si no quiero matarme a comer. 

Desearía que esto fuera una broma del día de los inocentes...

domingo, 2 de diciembre de 2012

Intake 02-12-12 + vuelta a pesarme


Intake 02-12-12:

Desayuno: un té sin azúcar + 2 galletas de avena (122 kcal)
Comida: unos 200 g de tortellini de berenjena con nata y queso (¿480 kcal?) + 2 rodajas de piña natural (40 kcal)
- Merienda: un té con azúcar (40 kcal)
Cena: una manzana (65 kcal) y un yogur natural 0% (39 kcal).

Total: 786 kcal

A parte de esto, he vuelto a mi piso de estudiantes. Tenía muchas ganas, no sólo para evitar de una vez las tentaciones que mis padres me ponían debajo de la nariz (polvorones, chocolate, tortilla de patatas, palomitas de chocolate, napolitanas...) sino para pesarme. En Shittytown, en casa de mis padres, no tengo báscula y la última vez que me pesé (el jueves) estaba clavada en los 50, así que me hacía mucha ilusión ver si había llegado por fin a los 49. Cuando he llegado al piso lo primero que he hecho es pesarme y ¡¡¡49,8!!! No me lo creía, sobre todo después de un fin de semana en Shittytown. Pero la confirmación oficial será mañana por la mañana. Siempre sigo el mismo ritual: me levanto, voy al aseo, me pongo el té a calentar y, mientras, voy a la habitación a vestirme. Cuando me quito la ropa, con el estómago y la vejiga vacíos, me peso. Pesarse por la tarde-noche, como he hecho yo hoy, es más engañoso. Por eso estoy impaciente por que llegue mañana. Espero no llevarme un chasco, que la báscula esta a veces va como quiere (¿es normal que cada vez que me suba marque un peso diferente, aunque la diferencia sea de 100-200 gramos?).

Alimentos que aceleran el metabolismo

Una cosa de la que peco y es muy importante para no ralentizar el metabolismo es no desayunar o desayunar muy poco. Realmente, los beneficios de desayunar son muchos. Primero, nos evitan que lleguemos a la comida muertos de hambre y traguemos todo lo que nos pongan. Además, evitamos que nuestro cuerpo entre en plan "ahorro de energía" después de tantas horas de ayuno.

A parte de esto, los alimentos de la imagen superior también ayudan a mantener el metabolismo por unas u otras razones. Estos alimentos son espinacas, agua fría, almendras, té verde, especias, avena, pimientos picantes, cítricos y el brócoli.

Y, por supuesto, hacer ejercicio. Siempre es mejor hacer 10 minutos de ejercicio muy intenso que una hora de caminata lenta.

Lo tendré todo en cuenta.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Intake 01-12-12 + tirar la comida

Intake 01-12-12:
- Desayuno: un té sin azúcar (qué asqueroso está, por dios)
- Comida: un plato pequeño de arroz caldoso vegetal (~270 kcal, tirando por lo alto), una naranja mediana (100 kcal) y 2 rodajas de piña natural (40 kcal).
- Cena: dos trozos pequeños de tortilla de patatas (~200 kcal), medio tomate con aceite (50 kcal), una manzana (90) y té con una cucharadita de azúcar (40 kcal)

Ejercicio: -226.38 kcal
42 minutos en bici a ~16 km/h. 0.049 x 50 x 2.2 x 42 = 226.38 kcal

Total: 563.62 kcal

Por otra parte, odio que mi madre tire la comida que sobra, lo odio. A veces me como la mitad del plato (de los inmensos platos que me pone) y le digo que guarde el resto para cenar. No merece la pena, porque para cenar, en lugar de ponerte ese plato y ya está, hace algo más que ya de por sí es una cena entera. Yo me como lo que ha sobrado para no tirarlo, pero sobra ya no medio plato de lo nuevo que ha cocinado, sino el plato entero. Y se va acumulando comida hasta el infinito y eso se hace insostenible. Mi madre no concibe eso de la comida única, tiene que poner al menos 2 ó 3 cosas para cenar o comer. Tampoco entiende eso de cenas ligeras; por ejemplo, hoy, si por ella fuera hubiera comido mucha más tortilla, y además pan, muchas lonchas de queso, coliflor (y no simplemente hervida, precisamente), ensalada extraaceitosa... Todo eso había para cenar y he tenido que controlarme mucho, cosa que no es fácil cuando tu madre te trata como si tuvieras 2 años y te coge un trozo de queso y un trozo de coliflor y te dice "toma, cómetelo". ¿Cómo que cómetelo? Ya sabré yo si me apetece o no me apetece, digo yo. Y si me lo como, al rato me vuelve a poner queso en el plato. Arghhhh, no lo soporto.

Por esto, ahora como lo que creo que he de comer, sin pasarme, y si tira la comida que sobra me la suda. Me da igual. Culpa suya. Lo que no voy a hacer es comer el doble de lo necesario sólo para que no vaya a la basura. Pero odio profundamente ver comida desperdiciada sabiendo que hay gente que pasa hambre. Y no hablo de los pobrecitos niños en África, hablo de España, de aquí, de nuestros barrios donde cada vez veo más gente pidiendo comida o rebuscando en la basura. Gente que no tiene ninguna pinta de mendigos, que son personas normales y corrientes a las que no les llega el dinero para comer en fin de mes. Y aquí tirando la comida. Me cabrea mucho.

Quiero ser como ella

Me voy a contradecir con lo que puse hace dos entradas sobre que no iba a poner thinspos por aquí, pero es que no lo puedo evitar. Ella es Jennifer Carpenter, aka Debra fucking Morgan, la hermana de Dexter en la serie con el mismo nombre. Me encanta, es lo único que puedo decir. Es tan delgadita, tiene unas piernecitas tan finas...





Cada vez que veo un capítulo no puedo evitar pensar que quiero tener ese cuerpo. Aquí algunas  fotos en eventos:







 ¿Ha quedado fucking claro que quiero ser como ella?


Y ya que estoy, pongo algunas de las lindezas que han salido de su boca:


  • “Holy Jesus on a Stick!”
  • “Fuck me twice on Sundays!”
  • “Fuck me sideways!”
  • “Fuck me in both ears.”
  • “A metric fuck-ton.”
  • “Oh, sweet Mary, mother of fuck, that’s good!”
  • “A baby?! A motherfucking rolly-poly chubby-cheeked shit-machine, are you kidding me?!”
  • “FBI? ‘Fucking Bunch of Idiots’.”
  • “Shit a brick and fuck me with it!”
  • “Where in Fucktopia are you?”
  • “You are my last ditch ass fucked effort!”
  • “I love you bro but sometimes you’re such a fuck-tard.”

viernes, 30 de noviembre de 2012

Intake

Estoy en casa* y me estoy sorprendiendo a mí misma. A pesar de la cantidad de chocolate y otras guarrerías que hay, consigo controlarme. Ni siquiera un pedacito de chololate Milka con Oreo tan tentador. La verdad es que si intentara comerme aunque fuera una onza, acabaría por comerme 3 ó 4 filas de chocolate. Así soy yo, no tengo término medio: o me lo como todo o no lo pruebo. Y para desatar al "monstruo de las galletas" que vive dentro de mí prefiero no probar nada. 

Me he acostumbrado a pesar toda mi comida, ya que compré una báscula de cocina en mi piso de estudiantes, para poder calcular más exactamente las calorías. Para no parecer una friki, peso las cosas que voy a comer un buen rato antes de comerlas e incluso cocinarlas, para evitar que mis compañeras estén delante cocinando lo suyo y me vean. Bueno, la que realmente me preocupa que me vea es una de ellas, ya hablaré de ella algún día. Aquí no tengo báscula de cocina y me agobia no saber cuánto estoy comiendo, es muy raro. Tampoco tengo báscula de cuerpo, cosa que agobia pero en parte me alegra porque así evito obsesionarme tanto.

Tengo pensado hacer una horita de bicicleta por la tarde, aprovechando que aquí tengo una. No voy a salir a la calle porque cuando vengo a este Shittytown simplemente no salgo de casa, no tengo amigos ni ganas de ver a la gente de aquí.


El castillo Predjama, en Eslovenia, construido en una cueva.

Intake 30-12-12:
Desayuno: té sólo (sin azúcar ni leche, con lo que me gusta Y_Y. He de compensar las barbaridades que me hace comer mi madre en la comida y la cena).
Comida: 1/2 plato de fideuá vegetal (¿300 kcal?) + 1/2 naranja (50 kcal)
Merienda: un caqui mediano (130 kcal).
Cena: tres trozos pequeños de  tortilla de patatas (350 kcal, me he tenido que contener mucho), un triángulo pequeño de queso curado (45 kcal) y una rodaja gorda de piña natural (30 kcal)

Ejercicio: -291.06 kcal
54 minutos en bici a ~16 km/h. He encontrado una manera de contar las calorías de la bici a esa velocidad más ajustadamente que lo que dice la propia bici, ya que tiene en cuenta el peso:
0.049 x (tu peso) x 2.2 x minutos de ejercicio = kcal quemadas. Como la última vez que me pesé pesaba 50.0, entonces: 0.049 x 50 x 2.2 x 54 = 291.06 kcal

Total: 613.94 kcal

*Nota: casa=casa con mis padres, no en el piso de estudiantes, es decir, descontrol total con la comida.

Winter is coming

jueves, 29 de noviembre de 2012

En casa me descontrolo




  Kikanju-ji, el "templo dorado" de Kyoto

Vivo en un piso de estudiantes y allí puedo hacer y comer lo que quiera, pero en mi casa no es así. De hecho, he empezado a cogerle bastante miedo a volver precisamente por eso, y lo peor es que vuelvo prácticamente todas las semanas. Allí no me voy a poner remilgona con la comida, así que como lo que me echen. Mi madre tiene la típica obsesión materna de llenar mucho los platos y hacer varias cosas para comer; no concibe eso del plato único. Siempre sobra comida y mi madre la tira a la basura. Y yo, si hay algo que odie más que meterme calorías sin sentido al cuerpo es tirar la comida. Que una tendrá sus manías pero tengo conciencia social. No puedo ver comida en buen estado tirada a la basura habiendo gente que pasa hambre, así que como de más dentro de unos límites. Luego me arrepiento, claro, y me obsesiono pensando que eso lo voy a acumular en mi enorme culo.

Además, mi madre me trata todavía como si tuviera dos años, preguntándome constantemente si he desayunado, o almorzado, o merendado, y si la respuesta es "no" te salta con un "¿quieres un...?" o "Pues cómete una ..., que está muy buena" o "Toma, pues un... para comer". No-lo-soporto. Así que he decidido que voy a tener que mentir: cuando esté en mi casa sólo haré la comida y la cena (las dos comidas que se hacen con todos juntos, que llevan más elaboración y de las que no me puedo librar) y el resto mentiré y diré que sí he desayunado-almorzado-merendado. Porque sólo con esas dos comidas ya me paso de las calorías permitidas (menos de 900 kcal al día, normalmente unas 500-600), que, como digo, me hincho.

PD: las imágenes que encabecen o terminen mis posts es muy probable que no tengan nada que ver con lo que hablo. Simplemente son imágenes que me gustan. Tampoco creo que vaya a llenar esto de thinspos, que eso es de anoréxicas y yo no me considero para nada así. El rollo de princesitas, y que si Ana, que si Mía no me va nada.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Me presento

No es mi primer blog pero comienzo con ilusión. Necesito descargar muchas tonterías que no puedo contar a nadie y creo que un blog anónimo es lo mejor para ello.