viernes, 28 de diciembre de 2012

Desastre y vuelta a empezar

Desde mi última entrada, hace casi un mes, mucho ha cambiado todo. Por razones que no vienen al caso ahora, aunque seguramente acabaré contando por aquí más adelante, he pasado de no ingerir apenas comida a ponerme como una cerda prácticamente todos los días. 

La última vez que me pesé, el 3 de noviembre, pesaba 49,1 kg. Ahora no quiero saberlo. Tampoco puedo, porque en Shittytown, donde paso las Navidades, no tengo báscula. Casi mejor. Calculo que habré vuelto a los 53 y, si me apuras, a los 54 largos. No quiero saberlo. No, necesito saberlo. Pero no quiero, me deprimiría. Tengo que saberlo. ¡No!

Ahora mismo acabo de darme un atracón de los grandes, de esos que me hacen sentir mal física y mentalmente. Noto como todo el exceso de comida se está almacenando poco a poco en forma de ácidos grasos en mis adipocitos, noto como engordo cada segundo que pasa. No soy de vomitar, pero este es uno de esos momentos en los que lo haría. No puedo, porque no estoy sola en casa y me escucharían. También tengo ahora una razón más importante (y es una de las cosas que han cambiado desde la última vez que escribí): le prometí a M. que no vomitaría más. Y para mí ella es sagrada. Si vomito porque me sienta mal, sin meterme los dedos ni forzarlo, bienvenido sea, pero no voy a intentarlo por mucho que sea lo único que piense ahora mismo.

Mañana y pasado no voy a comer nada para compensar, como mucho me permitiré comer piña. Como mi madre no lo permitiría, fingiré ponerme enferma. Es patético, pero NECESITO compensarlo, me he pasado mucho, muchísimo. Me encuentro muy mal físicamente ahora mismo así que tampoco hará falta fingir nada. M., ¿te estoy traicionando si hago esto? ¿Por qué lo noto como si fuera así? Ojalá estuvieras aquí ahora, tú sabrías qué decirme y hacerme sentir bien; aun mostrándome todo lo que hago mal lo consigues.

Parecía tan fácil cuando tenía el estómago casi vacío durante días enteros. No tengo término medio, me he de matar de hambre si no quiero matarme a comer. 

Desearía que esto fuera una broma del día de los inocentes...

2 comentarios:

  1. :(
    No eres la unica, aunque se que eso es flaco consuelo ahora mismo....
    volveras a esos 49, fijo.

    ResponderEliminar
  2. Ya he visto tu entrada en tu blog. =/
    Venga, nosotras podemos.

    ResponderEliminar

Me gusta recibir comentarios críticos, pero respeta las distintas opiniones: puedes no estar de acuerdo con algo pero no hace falta insultar.