Apoteósica en cuanto a comida se refiere. No voy a salir ni a hacer nada especial, para mí es un día cualquiera aunque mi madre esté preparando una cena rica. Pero voy a comer como si no hubiera mañana, sin arrepentimientos ni lloros después. Esta noche será mi última gran noche de comilonas y después todo volverá a la normalidad. A mí normalidad. Es decir, volveré a restringirme con la comida. Quizá mi meta de 47 kilos sea algo poco realista, pero mis 49-50 no me los quitará nadie. Que no es enfermizo, joder, que sigo estando gorda con ese peso y estoy diciendo que me conformo, ¿no estáis contentos con eso? Cuando llegue a ese peso... cuando llegue, ya veremos...
Ah, feliz año nuevo y all that stuff. Espero que este año que entra sea mejor que el que se va
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